Mientras atravesábamos ese túnel, esperábamos en algún punto o momento, llegar a divisar la LUZ. La LUZ, no es el final de ese túnel. La LUZ es un profundo respiro que nos dá las fuerzas para continuar avanzando por más. Pero, ¿por más qué? Y ¿a cambio de qué? Para algunos; más oxígeno, para otros, más bienes materiales, para otros el invaluable proceso hacia la PAZ. Vivir en paz, con uno mismo y con los demás, no tiene precio. La PAZ es un valuarte hacia la integridad. Estar en PAZ con uno mismo, con Dios y los demás. Eso sí que no tiene precio y es a lo que muchos aspiran. Sin embargo, hay personas que internamente están llenas de cosas que le roban la PAZ. Y esto último se vuelve mucho peor cuando no logran conseguir la PAZ con el mundo exterior. Viviendo alienadamente. Con circunstancias que poco a poco van empeorando. Hasta que su mundo interno y mundo externo se vuelven un caos existencial. Tómese esta pastilla, que lo va a aplacar, a hacer sentir mejor. En definitiva, a hallar un poco de PAZ. Mientras hay vida, hay esperanza. Cultive la PAZ y sígala. Si logramos estar en PAZ con el Creador, hasta nuestros enemigos estarán en PAZ con nosotros. No tiene precio, una... conciencia tranquila.